Kava (Piper methisticum)

kava-kava

El kava-kava, o simplemente kava, es un auténtico tesoro de los mares del sur. Su capacidad para relajar la tensión nerviosa, reducir el estrés, aumentar la sociabilidad y promover el sueño, la están convirtiendo en una estrella dentro del mundo de las plantas medicinales.

Un poco de historia…

A pesar de que el descubrimiento de la actividad tranquilizante del kava, ha sido relativamente tardío, su utilización como bebida social y ceremonial, ha formado parte de las tradiciones de diferentes culturas del Pacífico Sur, durante miles de años.

Su nombre botánico, Piper methysticum, hace alusión a su relación próxima con las especies de la familia de la pimienta (‘Piper’) y por otra parte, por sus efectos embriagadores (‘methys’ es un término griego que significa ‘borracho’).

Se cree que fue el capitán James Cook quien introdujo el kava en el oeste, después de uno de sus viaje por los mares del sur (1768-1771). A su regreso, Cook informó cómo desde Hawaii a Nueva Guinea, los nativos de las islas del sur del Pacífico, servían una bebida especial hecha de las raíces de kava en las bodas, fallecimientos y otras ocasiones especiales; también se empleaba para dar la bienvenida a los jefes que visitaban las islas.

En épocas pasadas, los habitantes de estas islas preparaban una bebida ceremonial a base de kava, raspando la raíz, para después masticar pedazos de ella y escupirlos en un tazón, al que se añadía leche o agua del coco. Después, revolvían la mezcla hasta que adquiría un aspecto fangoso y opaco, momento en el que se procedía a filtrarla en otro tazón que era ofrecido al huésped o al anciano que celebraba los ritos.

Además de su empleo como bebida social, el kava también ha sido utilizado como medicina durante siglos. Las decocciones elaboradas con sus raíces servían para tratar diferentes enfermedades como gonorrea, infecciones urinarias, problemas menstruales, dolores de cabeza e insomnio.

Las primeras muestras de interés, por parte de los investigadores científicos, tuvieron lugar a mediados del siglo XIX; aunque no fue hasta 1966, cuando tuvo lugar el descubrimiento de los principios activos responsables de las propiedades relajantes del kava, las kavalactonas, que se encuentran en la raíz, y que son capaces de producir sedación y relajar los músculos, sin producir un bloqueo en la transmisión nerviosa.

Pero debido a la aparición de los psicofármacos sintéticos actuales, estas propiedades pasaron desapercibidas durante largo tiempo. Sin embargo, recientemente el kava ha recibido una mayor atención porque carece de efectos secundarios importantes, a diferencia de numerosos medicamentos de acción similar, especialmente cuando se usan en tratamientos a largo plazo.