Hipérico (Hypericum perforatum)

Hipérico

Una de las plantas medicinales más empleadas en el tratamiento de la depresión y la ansiedad es el hipérico. Su eficacia es tal, que algunos expertos la han denominado comúnmente el ‘Prozac natural’.

Un poco de historia…

Quizá, una de las plantas medicinales a la que se le han atribuido más propiedades mágicas, sea el hipérico.

El nombre botánico de esta planta procede del griego ‘hyper’ (súper) y ‘eikon’ (imagen), haciendo alusión a la creencia de que el hipérico es capaz de espantar y alejar los malos espíritus (‘imágenes sobrenaturales’).

Los antiguos celtas, colgaban en las ventanas de sus casas, ramitas de hipérico para protegerlas de las malas artes de hadas y duendes. Y durante la Edad Media, era frecuente quemar sus flores para purificar las casas en las que se creía que había entrado el diablo, gracias a lo cual se ganó el sobrenombre de ‘espantademonios’ (Fuga daemonium).

También era empleaba para atraer el amor y curar la melancolía. Actualmente sabemos que el hipérico es un excelente antidepresivo natural que mejora el estado de ánimo, pero durante la Edad Media, la melancolía se asociaba con los endemoniados.

El hipérico también es conocido como hierba de San Juan, porque su floración coincide con la festividad de San Juan (24 de junio). El solsticio de verano siempre ha estado relacionado con diferentes ritos para asegurarse un año sin desgracias: una tradición popular afirmaba que quien ponía una rama florecida de hipérico bajo la almohada, recibía la bendición de San Juan.

Pero esta planta no ha estado solamente relacionada con propiedades sobrenaturales, sino que ya, en la antigua Grecia, médicos famosos como Hipócrates, Dioscórides o Galeno la recetaban para curar inflamaciones, quemaduras y heridas en la piel. También Paracelso recomendaba el aceite de hipérico para aliviar el dolor producido por las contusiones y golpes.